Esta producción cultural tiene una tradición milenaria en el territorio jiennense que se transmite de generación en generación
El Consejo de Gobierno de la Junta ha acordado inscribir, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico, como Bien de Interés Cultural con la tipología de Actividad de Interés Etnológico la alfarería de la provincia de Jaén. Una producción cultural de tradición milenaria en el territorio jiennense y se transmite de generación en generación.
El expediente se incoó el pasado verano, y ha sido ahora cuando se ha materializado. En la actualidad, esta actividad constituye una importante expresión del patrimonio cultural en la provincia de Jaén, tanto por su relación con los fundamentos teóricos y conceptuales como por su inclusión como patrimonio etnológico en el marco legal y normativo.
Seis municipios jiennenses cuentan con presencia de producción alfarera, como son Úbeda, Baeza, Alcalá la Real, Andújar, Arjonilla y Bailén. Este reconocimiento provoca satisfacción ya que permite poner en valor este legado, tal y como ha mostrado el presidente de la Asociación de Artesanos de Úbeda, Pablo Tito.
Un expediente de inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz que también valora la alfarería como actividad potencialmente sostenible. Así, es sostenible de forma ambiental, económica, social y política en los términos que expresa la Cartade la Tierra de la conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en el año 1992.
La tradición alfarera en la provincia de Jaén cuenta con numerosos vestigios arqueológicos. En Andújar, destacan los alfares íbero-romanos de Isturgi en la pedanía de Los Villares, que fue un gran centro productor de la llamada ‘terra sigillata’, en lossiglos I y II de nuestra era. Se caracterizaba por su color rojo y llegó a través de la cuenca del Guadalquivir al norte de África y Mauritania.
En Baeza, por su parte, han aparecido restos cerámicos prehistóricos en diferentes localizaciones. Los más representativos son el poblado de la Fuente de la Piedra, Puente del Obispo, Estaciónde Begíjar, Puente de Mazuecos y el conjunto histórico del Cerro de Alcázar.
En la localidad de Arjonilla se da cuenta de este saber acumulado desde la Edad de Bronce en los restos encontrados en Cerro Venate, que se corresponden con la cultura campaniforme de vasos acampanados, de color rojizo o marrón-rojizo, decorados con bandas horizontales, incisión de temas geométricos o rayados.
Por último, en el Fuero de Úbeda, concedido poco después de la conquista cristiana en 1233, ya se hace mención a los trabajos de tejeros y olleros, los que hacen tejas y ollas, regulando los precios y características que deben tener estos materiales.